El Universo Marvel está lleno de historias legendarias, pero pocas son tan emocionalmente poderosas y profundamente conmovedoras como Silver Surfer: Réquiem.
Esta historia de realidad alternativa explora los últimos días de uno de los personajes más filosóficos y enigmáticos de Marvel: Norrin Radd, Silver Surfer.
La historia comienza cuando Silver Surfer llega a la Tierra, no para advertir sobre Galactus como suele hacer, sino para buscar a Reed Richards de los Cuatro Fantásticos.
A diferencia de visitas anteriores, no anuncia un desastre cósmico inminente: esta vez, el desastre está dentro de él.
Reed realiza numerosas pruebas y los resultados son desgarradores: Silver Surfer se está muriendo. Su piel única, de aspecto metálico, que lo ha protegido del vacío del espacio, la radiación y las temperaturas extremas, se está deteriorando.
A medida que la realidad de su destino se asienta, Silver Surfer reflexiona sobre sus orígenes. Alguna vez fue Norrin Radd, un hombre del planeta utópico Zen-La.
Su pueblo había abandonado hacía tiempo su sed de exploración y había adoptado una existencia pacífica pero estancada.
Sin embargo, cuando el devorador cósmico Galactus llegó para consumir Zen-La, Norrin hizo un trato fatídico: se ofreció a convertirse en el heraldo de Galactus a cambio de la supervivencia de su planeta.
Así, se convirtió en Silver Surfer, guiando a Galactus a mundos aptos para el consumo. Con el tiempo, se perdió en su papel, hasta que se encontró con la Tierra.