La novela de Daisy Pearce, Algo en las paredes, surge como una atractiva incorporación al género de terror, que combina la tensión psicológica con elementos del folclore y lo sobrenatural. La narrativa, que tiene como telón de fondo una sofocante ola de calor británica, se adentra en temas de dolor, trauma y los inquietantes misterios que acechan en un pueblo apartado.
Visión general de la historia
La historia se centra en Mina, una psicóloga infantil recién titulada que lucha por encontrar su lugar en un campo dominado por expertos experimentados. Sus días transcurren monótonamente soportando el calor sofocante y lidiando con las incertidumbres que rodean su inminente matrimonio con Oscar, un investigador meticuloso. El único respiro de Mina es su participación en un grupo local de duelo, un espacio en el que busca consuelo tras la trágica muerte de su hermano menor años antes.
Durante una de estas sesiones, Mina se encuentra con Sam Hunter, un periodista que asiste al grupo con el pretexto de estar de luto por su esposa fallecida. En realidad, Sam está buscando una historia sensacionalista para rejuvenecer su carrera. Le presenta a Mina el caso de Alice, una adolescente de la aldea aislada de Banathel, que dice estar embrujada por una bruja que reside dentro de las paredes de su casa. Intrigada y ansiosa por aplicar sus habilidades, Mina acepta acompañar a Sam a Banathel, imaginando una oportunidad para ayudar a Alice y ganar experiencia práctica.
A su llegada, Mina y Sam se encuentran con una comunidad sumida en la superstición y una profunda desconfianza hacia los forasteros. Las creencias de los habitantes del pueblo en la brujería y sus métodos poco convencionales para abordar el mal percibido presentan desafíos significativos para los intentos de Mina de diagnosticar y tratar la condición de Alice. A medida que el comportamiento de Alice se vuelve cada vez más errático y perturbador, Mina se ve obligada a enfrentar no solo las enigmáticas fuerzas en juego, sino también su propio pasado sin resolver.

Ambiente y tono atmosférico
Pearce crea con maestría una atmósfera cargada de tensión e inquietud. La representación de la implacable ola de calor sirve para amplificar la sensación de incomodidad y claustrofobia que experimentan los personajes. El pueblo de Banathel, con su comunidad insular y sus tradiciones arcaicas, se convierte en un personaje por derecho propio, encarnando el temor generalizado que impregna la narrativa. Este entorno refleja eficazmente la agitación interna de los protagonistas, difuminando las líneas entre las amenazas externas y los demonios personales.
Formación del Carácter
El viaje de Mina es el centro de la novela, su personaje está meticulosamente desarrollado para reflejar una mezcla de ambición profesional y vulnerabilidad personal. Sus interacciones con Alice no solo sirven para desentrañar el misterio en cuestión, sino que también obligan a Mina a enfrentar su propio dolor y culpa asociados con la muerte de su hermano. Sam, aunque inicialmente se lo retrata como oportunista, revela capas de complejidad a medida que sus propias motivaciones y traumas pasados salen a la luz. Alice se destaca como una figura particularmente convincente; su representación oscila entre la víctima y el conducto para fuerzas malévolas, manteniendo tanto a los personajes como a los lectores en un estado de incertidumbre con respecto a la verdadera naturaleza de los horrores que enfrenta.
Temas y simbolismo
Algo en las paredes La novela se adentra en la exploración del duelo y sus manifestaciones. El dolor no resuelto de Mina por la muerte de su hermano es paralelo al tormento de Alice, lo que sugiere que el trauma no abordado puede dar lugar a trastornos tanto psicológicos como sobrenaturales. La novela también examina el impacto del aislamiento, tanto físico, como se ve en la reclusión de Banathel, como emocional, como lo experimentan los personajes atrapados por sus pérdidas personales. El folclore y la superstición se entrelazan a lo largo de la narrativa, y sirven como fuente de miedo y como lente a través del cual los personajes interpretan sus experiencias.
Recepción y crítica
La novela ha llamado la atención por su capacidad para evocar un miedo genuino y mantener el suspenso. Los críticos han elogiado la habilidad de Pearce para crear un relato "desgarrador y conmovedor", con escenas que permanecen en la mente del lector mucho después de la última página. La prosa se describe como "de filo afilado", capturando eficazmente la atmósfera opresiva y la paranoia creciente de los personajes. Sin embargo, algunas críticas apuntan a una sección intermedia serpenteante y un final que, aunque intenso, puede no resolver por completo todos los hilos temáticos introducidos anteriormente en la historia. A pesar de estas pequeñas reservas, el consenso reconoce el talento de Pearce para ofrecer una narrativa escalofriante y que invita a la reflexión.
Conclusión
Algo en las paredes es un testimonio de la destreza de Daisy Pearce para combinar la profundidad psicológica con elementos del terror tradicional. Las ricas caracterizaciones de la novela, el entorno atmosférico y la exploración de temas profundos la convierten en una lectura notable para los entusiastas del género. Desafía a los lectores a cuestionar la naturaleza de la realidad, el peso del dolor personal y el grado en que el folclore puede moldear y distorsionar la experiencia humana.
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