Si bien es fuerte la tentación de recurrir a la frase icónica "A veces muerto es mejor" para describir "Pet Sematary: Bloodlines", podría ser un poco cliché para esta iteración. Al regresar a Ludlow, Maine en 1969, el intento de esta precuela de revitalizar la historia parece llegar al pasado, pero con un alcance cuestionable.
“Bloodlines” se centra predominantemente en Jud, un joven con sueños más allá de Ludlow. En la cúspide de un nuevo capítulo con su novia Norma, un giro trágico detiene su fuga. La película produce un ligero hormigueo en la columna vertebral con su interpretación de Timmy, que recuerda al inquietante "autoestopista" de "La masacre de la motosierra de Texas". Pero este ligero asentimiento se siente perdido cuando el personaje se transforma en lo que parece un antagonista de terror cliché, atribuido a la posesión pero que se siente más como una actuación incompleta.
El poder de las estrellas en la forma de David Duchovny y Pam Grier fracasa, convirtiéndose en meras sombras en medio de la maldición general. El lado positivo de la película es la notable actuación de Forrest Goodluck, que aporta profundidad y matices a su papel.
Sin embargo, lo que realmente estropea “Bloodlines” es su cinematografía y edición. Si bien Lindsey Anderson Beer pudo haber cautivado al público con “Sierra Burgess is a Loser”, su debut en el género de terror carece del suspenso y el ritmo necesarios para elevar la narrativa. Los sobresaltos mal sincronizados dejan al público bostezando, ocasionalmente despertado por destellos de sangre.
En medio de las turbias profundidades del guión, un destello de innovación emerge en un flashback de 1674 Ludlow. Curiosamente, esta breve estancia en el pasado eclipsa la historia principal, insinuando una narrativa más profunda. Uno no puede evitar desear que este segmento resucitara y se explorara más a fondo.
En conclusión, “Pet Sematary: Bloodlines” es un intento de volver a sumergirse en una tradición familiar, pero con un éxito cuestionable. Si bien hay algunos momentos y actuaciones redentores, puede que no sean suficientes para revivir completamente la magia de la franquicia.
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