A menudo se pasa por alto a The Thing, también conocido como Ben Grimm, cuando se habla de los superhéroes más poderosos de Marvel. Muchos suponen que es solo otro bruto fuerte, pero un análisis más detallado de sus hazañas demuestra que es mucho más que eso. Su batalla contra Galactus, donde noquea a la entidad cósmica sin ayuda de nadie con un solo puñetazo, es uno de los momentos más asombrosos de la historia del cómic. Este artículo explora cuán poderoso es realmente The Thing, analizando sus habilidades, fuerza y momentos de absoluto dominio en el Universo Marvel.
El escenario: Galactus llega a la Tierra
La historia se desarrolla con Galactus llegando a la Tierra en un momento en que Trax el Domador, un ex Heraldo de Galactus, ya había llegado al planeta. Trax había sido uno de los Heraldos de Galactus, pero demostró ser más problemático de lo que valía, volviéndose constantemente rebelde y desafiando a su amo. Una vez en la Tierra, usó sus habilidades mejoradas por el Poder Cósmico para arrancar la Ciudad de Nueva York de la Tierra y hacerla flotar en el espacio, obligando a los Cuatro Fantásticos a enfrentarse a Galactus. Sin embargo, Galactus ya estaba en un estado debilitado debido a su hambre constante. A diferencia de cuando tiene un Heraldo para localizar planetas adecuados para él, había estado buscando sustento por su cuenta, agotando su energía rápidamente.
Los Cuatro Fantásticos se enfrentan a Galactus
Solo tres miembros de los Cuatro Fantásticos —Ben Grimm (La Cosa), Johnny Storm (La Antorcha Humana) y Reed Richards (Mr. Fantástico)— se enfrentaron a Galactus. Susan Storm (La Mujer Invisible) estuvo ausente por razones que se revelarían más tarde. A pesar del poder cósmico de Galactus, siempre había respetado a Reed Richards desde su enfrentamiento original cuando Reed empuñó el Ultimate Nullifier, un dispositivo capaz de borrar universos enteros. Este respeto hizo que Galactus dudara, a pesar de que necesitaba consumir la Tierra para sobrevivir.
Mientras tanto, Trax, que observaba desde el margen, empezó a sospechar de la falta de combate. Creyendo que Galactus estaba formando una alianza con los Cuatro Fantásticos, Trax atacó a Galactus, pero la entidad cósmica tomó represalias, hiriendo gravemente a su antiguo Heraldo y despojándolo de su Poder Cósmico. Una vez que Trax se enfrentó a él, Galactus volvió a centrar su atención en la Tierra, lo que desencadenó una batalla desesperada por la supervivencia.
Los Vengadores se unen a la lucha
Mientras Galactus comenzaba a construir su máquina devoradora de mundos, Reed Richards le suplicó que perdonara a la Tierra, pero Galactus permaneció impasible. Fue en ese momento que Thor, junto con varios Vengadores, llegó para ayudar a los Cuatro Fantásticos. El Capitán América, Iron Man y otros lanzaron un asalto, pero Galactus era casi imparable. Reed, reconociendo el peligro, enfatizó que si Galactus caía de su posición elevada, millones de personas podrían morir. La Avispa, en un sorprendente momento de ingenio, voló dentro del casco de Galactus y le picó la cara, obligándolo a tropezar y caer al suelo, preparando el escenario para una batalla más pareja.
El cambio de juego: Doctor Strange y La Cosa
El Doctor Strange, cuyas habilidades místicas se habían reducido con el paso de los años, intervino para desorientar a Galactus. Lanzó un hechizo que congeló el tiempo momentáneamente, desorientando a la entidad cósmica. Aunque los detalles de lo que vio Galactus siguen sin estar claros, es probable que se tratara de algún tipo de tormento psicológico similar a la Mirada de Penitencia de Ghost Rider. Esta breve ventana de vulnerabilidad era todo lo que necesitaba The Thing.
Reed Richards, usando su cuerpo elástico, se convirtió en una honda improvisada y lanzó a Ben Grimm directamente hacia Galactus. The Thing, en un momento asombroso, asestó un único y devastador puñetazo que dejó completamente inconsciente a Galactus. Este no fue solo un momento de fuerza asombrosa; fue un momento decisivo en la historia de Marvel. La gran fuerza del puñetazo dejó a Galactus inconsciente, lo que demuestra que el poder de The Thing va mucho más allá de lo que la mayoría de los fanáticos le atribuyen.

Las secuelas: Salvando a Galactus
A pesar de su victoria, los héroes pronto se dieron cuenta de que Galactus se estaba muriendo. Sin alimentarse, perecería, y aunque había amenazado a la Tierra, su existencia era vital para el equilibrio cósmico. Reed Richards, en contra de las protestas de sus compañeros de equipo, argumentó que tenían que salvar a Galactus.
Iron Man recuperó tecnología avanzada de Stark Industries y Thor usó a Mjolnir para canalizar energía hacia un dispositivo improvisado que imitaba la máquina devoradora de mundos de Galactus. Sin embargo, Galactus estaba tan agotado que comenzó a absorber la fuerza vital de Thor. El Capitán América intervino y derribó a Thor antes de que pudiera ser drenado fatalmente. El esfuerzo revivió a Galactus lo suficiente como para permitirle buscar sustento en otro lugar.
El trato con Galactus
Reed Richards llegó a una tregua temporal y aceptó ayudar a Galactus a localizar planetas adecuados para alimentarse. Sin embargo, Galactus necesitaba energía de inmediato o no sobreviviría lo suficiente para llegar a otro planeta. En esta coyuntura crítica, Frankie Ray, un miembro de los Cuatro Fantásticos, dio un paso al frente y se ofreció a convertirse en el nuevo Heraldo de Galactus a cambio de la seguridad de la Tierra. Este acto de autosacrificio aseguró la supervivencia de la Tierra y Galactus partió con su nuevo Heraldo.
El juicio de Reed Richards
Después de esto, Reed fue llevado a juicio por el Imperio Shi'ar por salvar a Galactus, ya que consideraron que sus acciones eran responsables de la muerte de innumerables seres en todo el cosmos. En el juicio, varias razas alienígenas testificaron sobre la destrucción que Galactus había causado, argumentando que Reed había condenado a millones al asegurar la supervivencia de Galactus. Sin embargo, Odin e incluso el propio Galactus intervinieron, revelando que Galactus era una fuerza cósmica necesaria, similar a un desastre natural en lugar de una entidad malévola. Finalmente, Reed fue declarado inocente, pero las implicaciones morales de su decisión siguieron siendo una carga pesada.
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