En la búsqueda de combatir el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los investigadores exploran continuamente métodos innovadores para capturar y convertir dióxido de carbono (CO2) en productos útiles. Un equipo colaborativo de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (HUST) en Wuhan, China, y la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, ha logrado un avance reciente en este esfuerzo. Este equipo ha desarrollado un proceso de vanguardia con una notable tasa de eficiencia del 93% en la conversión de CO2 en productos químicos valiosos, lo que marca un hito importante en la tecnología de captura de carbono.
El proceso utiliza métodos electroquímicos para transformar el CO2 en diversas sustancias químicas como metanol, etanol, alcanos u olefinas. Tradicionalmente, estos sistemas de conversión se veían obstaculizados por su vida operativa limitada de sólo cien horas, debido a la formación de subproductos no deseados como carbonatos que afectarían la eficiencia del equipo. Sin embargo, el equipo de investigación internacional ha superado este obstáculo al descubrir un electrolito que permite que el sistema funcione durante al menos 5,000 horas, ampliando enormemente su potencial para aplicaciones a gran escala.
Un aspecto intrigante de esta tecnología es el uso de baterías de plomo-ácido gastadas como fuente de electrolitos. Estas baterías, que se encuentran comúnmente en los sectores automotriz, energético y militar, plantean un desafío para su eliminación debido a la toxicidad del plomo. Los investigadores han reutilizado ingeniosamente estas baterías, no sólo abordando el problema de la eliminación sino también mejorando la conversión de CO2 en productos útiles.
Cabe destacar especialmente el éxito del equipo en la producción de ácido fórmico a partir de CO2. El ácido fórmico tiene numerosas aplicaciones, que van desde la agricultura hasta su uso potencial en pilas de combustible, lo que destaca la versatilidad de los productos convertidos. Además, los investigadores son optimistas sobre la capacidad de la tecnología para generar sustancias químicas aún más complejas, como el etileno, que desempeña un papel crucial en diversas industrias, incluidas la textil, la automovilística y la imprenta.
Este avance no solo presenta una forma sostenible de reutilizar desechos peligrosos, sino que también abre nuevas vías para que las industrias de combustibles fósiles descarbonicen sus operaciones. Al convertir el CO2 en productos químicos con valor comercial, esta tecnología ofrece un camino prometedor hacia una economía más sostenible y circular.
En India, el Centro Nacional de Excelencia en Captura y Utilización de Carbono (NCoE-CCU) del IIT Bombay está dando un paso similar hacia la sostenibilidad y la neutralidad de carbono. Con el apoyo del Departamento de Ciencia y Tecnología (DST), el centro ha desarrollado una innovadora tecnología de conversión de CO2 en monóxido de carbono (CO). Este proceso, capaz de operar a temperatura ambiente y alimentado por fuentes de energía renovables, representa un avance significativo en la tecnología de captura de carbono, con el potencial de revolucionar la industria del acero al reducir su huella de carbono y fomentar una economía circular.
Los esfuerzos globales en el desarrollo de tecnologías para la captura y conversión de CO2 subrayan la necesidad crítica de soluciones innovadoras para abordar el cambio climático. A medida que estas tecnologías continúan evolucionando y escalando, prometen reducir significativamente el impacto ambiental de los procesos industriales, acercándonos a lograr un futuro sostenible.
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