Después de años de revisitar sus clásicos animados a través de nuevas versiones de acción real, Disney finalmente abordó el que inició todo.Blancanieves y los siete enanitosEstrenada originalmente en 1937 como el primer largometraje animado de Walt Disney, la película se ha mantenido como un clásico atemporal. Si bien Disney ha adaptado con éxito... La bella y la bestia, Cenicienta y El libro de la selvaEl estudio parecía reticente a modernizarse. Snow White Hasta ahora. Con diversas controversias en línea en torno al reparto y los cambios en los Enanitos, la expectación ha sido diversa. Pero ahora que ya está aquí la versión de acción real de "Blancanieves" de Disney, es hora de evaluar si Disney ha hecho justicia a este entrañable cuento de hadas.
Una nueva perspectiva con inspiración de Broadway
Dirigida por Marc Webb (El asombroso Hombre Araña, (500) días juntos), el nuevo Snow White Adopta un enfoque narrativo al estilo Broadway. Con el productor Marc Platt al mando, conocido por La La Land y WickedLa película posee una gran esencia teatral. Los elementos musicales brillan con nuevas composiciones de Benj Pasek y Justin Paul, junto con clásicos como "Heigh-Ho" y "Whistle While You Work".
A diferencia de los remakes de acción real anteriores, que simplemente imitaban a sus contrapartes animadas, esta adaptación profundiza la trama y realza el personaje de Blancanieves. Rachel Zegler ofrece una actuación excepcional, interpretando a la princesa con gracia, valentía y autodescubrimiento mientras huye de su malvada madrastra y emprende un viaje de resiliencia.
Una Blancanieves más definida y una narrativa más fuerte
La película incluye una secuencia inicial original que presenta a una joven Blancanieves que crece bajo el amable gobierno de sus padres. Sin embargo, la tragedia la asalta cuando su madre fallece y su padre se casa con la egocéntrica Reina Malvada, interpretada por Gal Gadot. La obsesión de la Reina por la belleza va más allá de la mera vanidad: ve la bondad y la generosidad como debilidades, lo que hace que su gobierno sea aún más despiadado.
Un cambio importante en la historia llega con la introducción de Jonathan (Andrew Burnap), un líder bandido que actúa como un interés amoroso más dinámico. A diferencia del príncipe pasivo del original, Jonathan tiene una relación compleja con Blancanieves, lo que hace que sus interacciones resulten más naturales y atractivas. La química entre ellos se hace evidente en el pegadizo número musical. Problemas de princesas y la sentida balada Una mano se encuentra con otra mano.
Los enanos regresan, pero con un giro inesperado
Aunque Disney inicialmente abandonó Los siete enanitos Como su título indica, siguen siendo una parte esencial de la película. Mudito (Andrew Barth Feldman), Doc (Jeremy Swift), Tímido (Tituss Burgess), Gruñón (Martin Klebba), Estornudos (Jason Kravits), Feliz (George Salazar) y Dormilón (Andy Grotelueschen) están presentes, cobrando vida mediante efectos especiales y títeres. La versión ampliada de "Heigh-Ho" le da a cada personaje una presencia más definida, aunque no todos tienen el mismo tiempo en pantalla.
La película también presenta a un nuevo personaje, Quigg (George Appleby), un bandido con enanismo. Esta incorporación parece ser un intento de Disney por equilibrar la representación, a la vez que aborda las críticas previas sobre la representación de los Enanos.

Atractivo visual y cinematográfico
La cinematografía de Mandy Walker y el diseño de producción de Kara Quinn crean un mundo visualmente inmersivo, pero la ejecución tiene sus altibajos. Si bien las escenas del bosque con criaturas generadas por computadora poseen un encanto caprichoso, los Enanos generados por computadora luchan por escapar del valle inquietante. El vestuario, aunque vibrante, a veces resulta demasiado artificial, lo que resta realismo a la película.
Sin embargo, Webb utiliza eficazmente la narrativa visual para destacar el reinado de terror de la Reina. La atmósfera pasa de ser brillante y animada bajo los padres de Blancanieves a oscura y opresiva una vez que la Reina toma el poder. Este contraste, aunque sutil, ayuda a enfatizar lo que está en juego en la historia.
Actuaciones destacadas
Rachel Zegler brilla como Blancanieves, equilibrando con gracia la inocencia del personaje con una fuerza renovada. Su poderoso solo... Esperando un deseo Añade profundidad emocional a su viaje. A pesar de las críticas en internet por su elección, Zegler demuestra que fue la elección correcta, encarnando a la princesa con sinceridad y calidez.
Gal Gadot, por otro lado, ofrece una interpretación visualmente impactante, aunque irregular, como la Reina. Si bien captura la amenaza física y la arrogancia del personaje, su canto deja mucho que desear. Dos números solistas intentan mostrar su grandeza malvada, pero fracasan debido a su limitado registro vocal.
Jonathan, interpretado por Andrew Burnap, aporta una visión fresca y enérgica del papel tradicional del príncipe, convirtiendo a su personaje en algo más que un simple interés amoroso. Su grupo de bandidos, aunque poco desarrollado, añade un toque aventurero a la historia.
Veredicto final: Una reinvención respetable
Aunque la Snow White Si bien no eclipsa las mejores adaptaciones de acción real de Disney, se erige como una reimaginación respetable que adopta la narrativa moderna sin perder su esencia de cuento de hadas. La narrativa ampliada, los números musicales inspirados en Broadway y la sólida actuación principal de Rachel Zegler la convierten en una película que vale la pena ver. Sin embargo, los efectos visuales irregulares, el vestuario deficiente y los ocasionales problemas de ritmo le impiden alcanzar la cima. Cenicienta (2015) o La bella y la bestia (2017).
Para aquellos nostálgicos del original, este remake no reemplazará los recuerdos de la infancia, pero los reintroducirá con éxito. Snow White A una nueva generación, recordando al público por qué la amabilidad y la valentía nunca pasan de moda.
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